Tenía bordadas con punto de cruz todas tus consignas, una a una las pensé,
las idealice, las desmenuce, las disfrute, las soñé, las compartí, las exprimí
y ahora no tengo nada, te las llevaste junto con mi esperanza.
Hoy escucho tus notas tan a lo lejos, el barullo de la muchedumbre, el
retumbar del espacio, el movimiento del piso por el baile y yo estoy triste, todavía
no soporto la idea de saber que cambiaste todo por unos pesos, bueno unos
miles, lo entiendo, se que el mundo es otro, que las necesidades nos llevan a
caminos que antes negamos, pero no deja de doler el corazón ante el nuevo
rumbo.
En un año hablamos, en un año he perdonado a otros...
De todos modos ahora los veo y los abrazo, no a todos, si a los de siempre,
pero para que cante para que baile, para que regrese la magia... faltan muchos
soles, muchas lunas, alguna lluvia y hasta una nevada podría esperar, después
de eso para primavera, cuando los árboles reverdezcan será ahí cuando veremos
que ha pasado con nuestro amor.