viernes, 15 de mayo de 2015

Otra vez es temporada de mangos.




Se ven por las calles, abundan en los carritos de fruta, en las carretillas de snacks cuando vamos por el downtown, pero ahora lo que se me antoja son horas de sueño en una campiña francesa, al lado de una cascada, con el silencio de los árboles, el viento, la hora del té y un poco de pay, sin embargo los nuevos pasos ya comenzaron los seguros de colores al estilo abuelito se hacen presentes y mi pirata que llego a puerto surca los mares, explorando nuevos mundos. 

Estamos llenos de tesoros, ha hecho bien su trabajo, en cada habitación hay colores, sonidos y sabores, como cueva de los ladrones de Aladino o bóveda de Rico Mc Pato.

Mi pequeño dragón, capitán del barco, confirma que lo que decían:


  • ·         El tiempo pasa rápido
  • ·         Crecen
  • ·         El dormir es una ilusión, el sueño una verdad a toda hora
  • ·         Lo de ahora no será lo de después
  • ·         El trabajo, se modifica
  • ·         Tu atención se focaliza
  • ·         Tu cuerpo cambia
  • ·         Tu cambias

Tiene algo de cierto.

Faltan 3 para 1, a los 3 celebre que el tiempo traducido en pasitos de tortuga hubiera llegado, a hoy no sé qué decir, solo eso, faltan 3 para el 1, el tiempo retomo su ritmo y la rutina de las pesadillas se ha normalizado.

La pausa de la creación cerebral se extiende mientras estemos en el mar.





Y los mangos?

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