miércoles, 21 de noviembre de 2018

Un cuento

Me sé el principio de un cuento de un pulpo y una bruja, de cuándo la marea baja, salen a jugar.
Creaturas tan distintas que entrelazaron destinos desde un siempre y un nunca.

Quizá todo comenzó cuando la luna trazó el camino de la pequeña bruja, haciendola una bruja de tempestad y puso en sus manos la capacidad de ver, ver el aura de las personas que se le acercan, es probable que por ello nuestro diligente pulpo venga hacia ella cuando busca tranquilidad en su contexto marino, él siempre tan rodeado de libertad, de espacio navegable junto a diversidad de peces, él va y viene por los mares llenando su espíritu, le gusta la aventura, el descubrimiento de nuevos lugares, ha vivido en tantas partes que está lleno de anécdotas y saberes, su capacidad de independencia cautiva, envuelve a más de una.
Y nuestra bruja tan apartada del bullicio  observando cautelosa detrás de sus pensamientos, ella tiene raíces mágicas igual que un gran árbol viejo y sabio que sueña, pero sabe lo lógico del ser; busca, siempre busca, salvo cuando él aparece, ahí no necesita buscar más, aunque sepa que se volverá a ir.

A veces sólo sé necesita una noche de estrellas, un poco de magia, una pizca de fe, un estanque que refleje la luna, un pueblo sin luz con música de cigarras para que sus manos se encuentren. Es ahí cuando el corazón se tranquiliza, se detiene por un segundo por la emoción antes de verse los ojos. Sentir y vivir el silencio en un suspiro profundo ; sólo sé que aman ese particular fragmento de tiempo en donde el mar y la tierra se encuentran y en su explosivo choque, los une.

¿por qué digo que solo es el principio del cuento? Por que es una historia que está detenida en el país de las historias no contadas, de esas que se van escribiendo según giren las demás historias.

Se que hay temor, amor, pasión, romance y suspenso. Esos tópicos son buenos para la redacción, ¿qué no?

Nuestra bruja no tendría que creer en lo zen y pulpo no tendría por qué juntarse con carpas de río, pero hay elementos que a simple vista no empatan y sin embargo de repente se vuelven inseparables.

... Un secreto... Ssshhh...

Sus almas y corazones se pertenecen, aunque cada uno siga caminando.

La pequeña bruja espera, espera que el pulpo recuerde por siempre, aún al final del camino, o si encuentra tormenta, que puede volver a ella, ella quien lo busca día a día en el horizonte.

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